“Los primeros días me sentía huérfana, lloraba todas las noches”, contó en una entrevista.
El lado B del parto de Eva de Dominici lejos de su familia en Argentina.
Su vida dio un giro de 180 grados desde que puso un pie en Los Ángeles para probar nuevos horizontes y donde, después de varias idas y venidas, se radicó definitivamente. La actriz argentina Eva De Dominici, reciente mamá de Cairo y en pareja con Eduardo Cruz, hermano de Penélope, fue portada de la revista ¡HOLA! donde entre varios tópicos habló sobre el lado B de la maternidad.
Mamá a la distancia, ya que su familia vive en la Argentina y la cuarentena complicó los viajes al exterior, sin dudas la experiencia más fuerte por la que tuvo que atravesar fue el momento de dar a luz en soledad. “Cairo nació en el Centro Médico Cedars Sinai de Los Ángeles. Fue un parto soñado, a pesar de que mi familia no pudo acompañarme. Mi papá tuvo un problema personal y días antes, a mi mamá le encontraron un aneurisma. Se podría haber muerto. Fue muy movilizante todo lo que me pasó al mismo tiempo. La única que pudo venir fue mi abuela, que vive en Lanús y nunca había viajado en su vida. ¡Imaginate lo que fue tenerla acá conmigo!”, relató sobre el durísimo momento y agradeció haber contado con ella y su suegra para sobrellevarlo.
“Tanto la mamá de Edu, Encarnación, como mi abuela, me acompañaron muchísimo. Me cocinaban, me llevaban a los controles, fueron muy importantes porque yo estaba preocupada por mi mamá, que estaba recién operada y tan lejos. Los primeros días del nacimiento de Cairo me sentía huérfana. Lloraba todas las noches. Por más de que estaba acompañada, necesitaba a mis papás. Pero por suerte, tuve mucha contención”, aseguró quien hizo foco en “desromantizar” la maternidad.
“Es una aventura que la pintan muy romántica, pero no lo es. Y está bueno decirlo porque es un engaño. Uno tiene que saber que existe la depresión posparto. En un momento pensé que la estaba atravesando porque no paraba de llorar, pero en realidad es muy fuerte todo lo que te pasa. Tenés una nueva persona en la casa, sentís que la arrancaron de tu panza, pasás a tener una responsabilidad enorme y le tenés que dar toda la prioridad porque se lo merece. De afuera se puede ver todo color de rosa y yo no me quejo porque tengo una vida hermosa, pero qué tema la maternidad. Por suerte, Edu me ayuda muchísimo. Todo es un aprendizaje”.
Si bien admitió que el deseo de ser mamá la acompaña desde chica, con los años empezó a darle más lugar al trabajo para crecer como profesional. La maternidad llegó en buena hora para Eva que tras el nacimiento de su bebé, se definió como una agradecida de la vida. “Quiero pasar la mayor parte del tiempo con mi hijo! Mi carrera no se cortó, solo que con el embarazo y el nacimiento se pospusieron o se cayeron algunos proyectos. Me bajaron de campañas por estar embarazada porque no me iba a entrar la ropa, pero eso ya es tema del pasado”, concluía.