En la víspera del viaje de Javier Milei a Nueva York, donde en los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas mantendrá entrevistas con Donald Trump y Benjamín Netanyahu, el rabino Axel Wahnish, embajador del libertario ante Israel, transmitió duras definiciones del Presidente argentino sobre la situación en Gaza.
«Solo les diré las palabras que dijo el presidente Milei con respecto a algunos presidentes y líderes mundiales que estaban tratando de promover la solución y la aceptación de un estado palestino. Una frase corta y poderosa: el wokísmo los infectó», sostuvo en una entrevista con el sitio The Media Line en Jerusalén, adonde el religioso -de fuerte influencia el presidente de la Nación- trasladó la embajada argentina que, como toda la de toda la comunidad internacional -salvo la de EE.UU. con Trump- se levantaba en Tel Aviv. Es un histórico y disruptivo movimiento de la política exterior que Milei le prometió a Netanyahu oficializar en 2026.
«La izquierda y la alianza islamista-progresista difuminó la moralidad… muchos incluso han celebrado a Hamas y ahora quieren recompensarlo con un Estado», opinó Wahnish de una manera curiosa. Su misión es la de representar los intereses de Argentina en Israel. Ningún embajador, salvo él tiene permitido opinar de asuntos internacionales y además sensibles. Wahnish, que estuvo en el centro del memorándum de cooperación en seguridad y defensa que Milei firmó en junio con Netanyahu -en su segundo viaje presidencial a Jerusalén- podría integrar la comitiva estatal argentina que desde este martes acompaña a Milei a su doceavo viaje a EE.UU. según afirmaron en círculos de la colectividad.
Clarín no lo pudo confirmar. Pero el jueves Milei se reúne con Netanyahu; asistirá a la ceremonia de entrega del Premio de la organización B’nai B’rith. Y mantendrá una reunión con presidente del Congreso Mundial Judío, Donald S. Lauder. Afirman que quiere volver a la tumba del Rebe de Luvabitch, lo que está confirmado. Un circuito que ya hizo varias veces, en su alianza con Israel que se profundizó tras el brutal ataque del grupo terrorista Hamas del 7 de octubre de 2023, que dejó 1200 muertos, 250 rehenes, entre ellos argentinos.
“Más que centrarse en acciones concretas, lo más importante es primero clarificar los valores, porque sin voluntad y claridad moral, ninguna acción dará resultados”, dijo Wahnish en su entrevista. “En ese sentido, Argentina y el presidente Milei tienen absoluta claridad moral. Él entiende que esta guerra que está ocurriendo aquí en Israel (en realidad sobre el territorio palestino de Gaza) no es una guerra regional, ni una guerra por petróleo ni territorio. Es una guerra de valores…». También opinó que «lo que se está viviendo aquí es un síntoma de lo que podría ocurrir en todo el mundo. Lo que está en juego es la libertad y la democracia contra el terrorismo, el antisemitismo y las dictaduras”.
Este domingo, en cascada, los gobiernos de Canadá, Reino Unido y Australia anunciaron que reconocían a Palestina como Estado. Son países ocupados por partidos políticos de derecha o de centro izquierda, y se han negado hasta este año a reconocer a Palestina como un Estado independiente. No son gobiernos de ideología woke sino respetuosos del derecho internacional humanitario. Y entonces la cantidad de países que reconocerán a Palestina ya van a sumar más de 150 en esta asamblea de Naciones Unidas.
Milei en Jersualén con su hermana Karina, el presidente de la DAIA, Mauro Berenstein, el canciller Werthein y Axel Wahnish. Foto. Redes de DAIA
Nadie puede decir que las naciones islámicas que reconocen a Palestina estén infectadas de wokismo: son justamente las naciones más conservadoras en temas de género, aborto, feminismo, etc.
La situación de Argentina es curiosa porque la ex presidenta Cristina Kirchner y el ex canciller Héctor Timerman -ya fallecido- se sumaron a la ola de países que en 2010 reconocieron a Palestina como Estado Independiente.
Sin embargo, Milei cambió la posición en las Naciones Unidas aunque no en los papeles nacionales. Milei es el principal aliado de Netanyahu y Trump sobre muy diversos temas, pero sobre todo sobre la defensa de Israel en los organismos internacionales. Recibió de la Fundación Génesis un millón de dólares para usar en la promoción de Israel en Latinoamérica y es lo que está haciendo, como se lo vio en un discurso ante jóvenes empresarios en Paraguay el martes pasado.
La entrevista tuvo lugar durante la Conferencia Diplomática del Jerusalem Post, donde Wahnish se sentó para abordar el papel de Argentina en la lucha contra el antisemitismo, el fortalecimiento de los lazos con Israel y el enfrentamiento de las críticas de los vecinos latinoamericanos.
Citando las escrituras, el embajador invocó un versículo de la Torá: «Os he puesto ante la vida y la muerte; escoged la vida». Añadió: «En este caso, escoger la vida no es callar. Quien calla ante el terror lo apoya».
“En ese sentido, Argentina emergió como un faro en medio de la oscuridad global, en medio de tanta desviación moral global”, dijo Wahnish. “Entendió que Hamás es un grupo terrorista, lo declaró como tal y apoyó el derecho de Israel a la legítima defensa. Una y otra vez, tanto el presidente como el gobierno argentino exigen la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes, incluidos cuatro o cinco argentinos”.
El derecho internacional humanitario reconoce el derecho de Israel a su legítima defensa, pero también sostiene que la misma debe ser proporcional y conforme las leyes de la guerra. Según las agencias de Naciones Unidas y de la Cruz Roja, la 2/3 de los muertos son mujeres y niños, e Israel ha puesto impedimentos para la distribución de ayuda humanitaria.
Por eso, hasta los mismos aliados de Israel -algunos de los cuales quieren suspender acuerdos de defensa por las acciones de Netanyahu- critican que no haya respetado las leyes de la guerra en su respuesta desproporcional al brutal ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023. Esto es lo que llevó a que países occidentales alineados históricamente con Israel hayan decidido reconocer a Palestina y tomar otras medidas críticas para con el Estado hebreo.