Después de que el laboratorio europeo anunciara la necesidad de llevar a cabo una mayor investigación a raíz de los cuestionamientos sobre la protección que puede ofrecer al virus, los rusos ofrecieron su colaboración.
Los desarrolladores de la vacuna rusa Sputnik V sugirieron al laboratorio AztraZeneca la posibilidad de combinar ambas vacunas contra el coronavirus para aumentar su eficacia, luego de que el laboratorio europeo anunciara la necesidad de llevar a cabo una mayor investigación a raíz de los cuestionamientos sobre la protección que puede ofrecer al virus Sars CoV-2 .
A través de su cuenta de Twitter, el laboratorio destacó que el «el régimen de vacunas de AstraZeneca cuenta con una eficacia del 62%», porcentaje medido en el segundo grupo que recibió dos dosis completas de la vacuna, y añadió que sugieren «probar un régimen de combinaciones de AZ (AstraZeneca) con el vector adenoviral humano de Sputnik inyectado para aumentar la eficacia».
AstraZeneca dio a conocer que podría producir hasta 200 millones de dosis de su vacuna para fines de 2020. En Argentina lo hará el laboratorio mAbxience que anunció a principios de noviembre que ya recibió un pedido para producir en el país al menos 150 millones de dosis y que su valor rondará los 4 dólares.
La vacuna desarrollada por la farmacéutica británica es vista como una de las mayores esperanzas para muchos países en desarrollo, debido a su precio más barato y su capacidad para ser transportada a temperaturas normales de refrigerador.
El laboratorio británico y la Universidad de Oxford, que desarrollan este proyecto, anunciaron el lunes que según los resultados de los ensayos clínicos realizados en el Reino Unido y Brasil, su vacuna mostraba una eficacia media del 70%.
Sin embargo, este dato procede de dos grupos distintos.Uno más pequeño, al que se administró primero media dosis y una dosis completa un mes después, resultó tener una eficacia del 90%. Un segundo grupo mucho mayor, que recibió dos dosis de la vacuna con un mes de diferencia, mostró una eficacia del 62%.
Andrew Pollard, científico de la Universidad de Oxford, señaló que la diferencia podía explicarse porque «al dar una primera dosis más pequeña estamos preparando el sistema inmunológico de manera diferente, lo estamos preparando mejor para responder».
Los científicos reconocieron que la cantidad menor administrada inicialmente al primer grupo partió de un error en la dosis que los investigadores decidieron después mantener. A demás de ser mucho menor, tenía un límite máximo de edad de 55 años.Así que para confirmar estos resultados, probablemente se realizará otro estudio internacional.