Así lo decidió el Comité de Seguimiento del Coronavirus de Tandil después de que se registrara un aumento de casos de Covid-19 en ese municipio.
El Comité de Seguimiento del Coronavirus de Tandil anunció el domingo pasado que el municipio entrará en “estadío rojo” el miércoles 21 de octubre debido a un aumento de casos de Covid-19. La localidad adoptó el sistema de semáforo para lidiar con la pandemia contrario a lo que ocurrió en el resto de la provincia de Buenos Aires, y en la mayor parte del país, donde se estableció un orden de fases para el aislamiento social.
Tandil estará en el estadio rojo del aislamiento social hasta el 28 de octubre aunque con más actividades permitidas que las que hubo en anteriores oportunidades, informó el sitio El Eco. La localidad bonaerense ya había tenido que retroceder al “estadio rojo” en septiembre cuando se reportaron 291 casos de Covid-19 activos, de los cuales 12 estaban en unidades de cuidados críticos.
De acuerdo con el medio tandilense, a partir del miércoles seguirán abiertos tanto los comercios esenciales como los que no lo son, y en todos los casos funcionarán con protocolos y un horario de atención de 8 a 20.
Se espera que el público observe las normas de distanciamiento social e higiene personal para evitar la propagación del Covid-19. Mientras tanto los bares, restaurantes, pubs y cervecerías funcionen con take away o delivery, o que reciban comensales en mesas al aire libre hasta la medianoche.
Aún en estadio rojo los gimnasios y natatorios de Tandil seguirán abiertos entre el 21 y el 28 de octubre pero con un número reducido de personas en su interior. Los protocolos ya aprobados seguirán en vigencia también para las actividades físicas al aire libre.
Por el momento seguirán prohibidas las reuniones sociales, y las autoridades incluso las desaconsejaron en espacios públicos. De hecho, las salidas recreativas se podrán hacer de manera individual o entre convivientes sólo de lunes a sábados entre las 9 y 18.
La decisión municipal fue tomada no sólo por el aumento de casos sino también por la cantidad de pacientes en camas de cuidados críticos, y por el número de contagios registrado entre el personal de salud a pesar de los protocolos aplicados para esa población.